Perdedores

Carlos P. Ajado
2 min readMar 5, 2021

Ayer, aún con lágrimas de rabia en mis ojos, lo leí. “Perdedores”. Somos perdedores. El Levante ha remado hasta la orilla para acabar ahogándose, nada que no hubiera pasado antes, está en su naturaleza. Palabras duras y oportunistas de un grupo de aficionados de cuyo club no quiero acordarme.

Pero estas palabras se quedaron conmigo durante toda la noche. Reflexioné sobre ellas, las fermenté y me acabaron convenciendo. Sí, somos perdedores. Lo somos por naturaleza, está en nuestro ADN.

Somos perdedores que disfrutan cuando sus jugadores derrotan a un club “ganador”. Somos perdedores a los que perder una semifinal les une más que a otros ganar cien mil títulos. Somos perdedores que han dado con sus huesos en Tercera División y hace no tanto estaban agonizando por no desaparecer.

Somos perdedores, y a mucha honra. Porque ser perdedores conlleva muchas otras cosas. Ser perdedores significa caer y levantarse una y otra vez, y eso ya lo hemos hecho. Ser perdedores significa conocernos a nosotros mismos, mirarnos al espejo y ver nuestro potencial, cumplirlo es el objetivo. Ser perdedores significa tener que luchar por lo que ansiamos y, cuando lo logremos, poder disfrutar de la gloria sin que nos la hayan ofrecido en bandeja. En resumidas cuentas, ser perdedores es saber lo que de verdad valen las cosas.

Por eso le doy gracias a todos los que nos han hecho ser perdedores. A nuestro cuerpo técnico, injustamente criticado en muchas ocasiones (mea culpa), por hacernos diferentes al resto y conseguir que no seamos uno más de esos clubes soporíferos. A nuestros jugadores, por dejarse el alma ayer y toda la temporada, llevar con orgullo el escudo y darnos alegría en estos tiempos tan difíciles. Y a la afición, por soñar y por hacerme sentir uno más incluso a miles de kilómetros de distancia.

Somos perdedores y, gracias a eso, lo tenemos todo por ganar.

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